¿Qué es la piel atópica?

El cuidado de la piel es tan importante como cualquier parte de nuestro cuerpo, porque esta constituye un órgano más, ¡y en el que todos se fijarán! Desde la Academia TENA queremos que estés informado sobre los cuidados que debes tener ante el diagnóstico de dermatitis o piel atópica, una condición que afecta a 230 millones de personas en todo el mundo y que, en la mayoría de casos, suele iniciar en la primera década de vida.

¿Qué es la dermatitis atópica?

La piel atópica, o también conocida como dermatitis atópica, es una afección crónica de la piel que se caracteriza por la inflamación, sequedad y picazón, principalmente. Aunque es una enfermedad que aparece en los primeros años de vida y suele tener tratamiento, se estima que cerca del 10% de la población con piel atópica sigue presentando brotes de eccema durante la edad adulta.

Es importante destacar que no es una enfermedad contagiosa, pero sí es más susceptible en pacientes que presentan rinitis alérgica o asma.

Síntomas de la piel atópica

Los síntomas principales de la dermatitis o piel atópica estarán más relacionados con los siguientes signos en la piel:

En la fase temprana, es decir, en bebés o menores de 1 año, es más común el enrojecimiento de algunas partes del rostro.
Picazón constante que, al rascarse, puede generar lesiones graves.
Piel demasiado seca o con apariencia agrietada.
Sensibilidad en la piel.
Aparición de ampollas y costras.
Inflamación y enrojecimiento en el contorno de las ampollas.
Engrosamiento de la piel.

Ten en cuenta que estos brotes pueden aparecer en diferentes áreas de la piel, según la edad y el eccema. Por ejemplo, los niños suelen tener en la cara, cuero cabelludo manos o pies, mientras que los adultos son más susceptibles a la aparición de dermatitis atópica al interior de las rodillas, codos, párpados o miembros genitales.

Mantente muy atento a todas estas señales y, ante cualquier cambio inusual en la piel, brote o picazón intensa, acude al dermatólogo para un diagnóstico preciso. De esta manera, confirmarás si se trata de piel atópica.

Causas de la piel atópica

¡La ciencia aún no ha determinado las causas exactas! Sin embargo, los factores genéticos pueden tener una gran influencia en el diagnóstico de piel atópica, por lo que si en tu grupo familiar hay alguien más que padezca esta condición, es probable que tú también tengas esta predisposición.

Ahora bien, ¿por qué se da la piel atópica? La barrera protectora de la piel es tan débil que no actúa contra bacterias o agentes irritantes, además, se le dificulta la capacidad de retener la humedad del cutis y por ello, aparece la resequedad. Esto se debe a que la superficie de la piel no cuenta con las suficientes proteínas que fortalecen esta barrera protectora. A su vez, hay una reacción autoinmune que genera inflamación cutánea.

Pruebas y exámenes de la dermatitis atópica

El especialista en dermatología observará la apariencia de eccema y será él quien determinará si se trata de dermatitis o piel atópica. Además, se encargará de hacerte algunas preguntas sobre la frecuencia de los brotes y tus síntomas comunes para tener un mejor análisis al momento del diagnóstico.

El dermatólogo también evaluará tus antecedentes familiares para saber si alguien más de tu núcleo sufre de piel atópica o alguna alergia (fiebre de heno) o asma, que pueda aumentar la predisposición.

Por ningún motivo asumas que tienes piel atópica sin consultar con un especialista. Recuerda que se trata de una enfermedad crónica que necesita diagnóstico y tratamiento.

Posibles complicaciones de la piel atópica

La piel no sólo es el órgano más grande que tenemos, sino también uno de los más delicados ya que requiere cuidados especiales para mantenerse saludable y radiante, sin embargo, cuando una persona padece de dermatitis atópica es importante que esté informada sobre sus posibles riesgos para que pueda estar prevenida al momento de iniciar un tratamiento. Te contamos las posibles complicaciones de la piel atópica, según la revista de salud Mayo Clinic:

Reacciones o alergias por alimentos, que pueden llegar a generar manchas rojas con picazón en la piel.
Infecciones cutáneas, pues cuando la picazón es intensa, a veces, no queda más remedio que rascar la piel y esto podría generar lesiones abiertas, por lo que, a su vez, aumenta la probabilidad de que entren bacterias o virus que pongan en riesgo nuestra salud en general.
Trastornos del sueño, la picazón intensa o el dolor de las heridas pueden afectar la calidad de sueño de la persona con piel atópica.
Liquenificación de la piel, que se trata del engrosamiento y oscurecimiento de las áreas afectadas debido al rascado crónico.
Baja autoestima o depresión, ¡sí! La piel es un componente físico que, muchas veces por su apariencia puede llegar a acomplejar. Por ello, es importante tomar las precauciones y medidas sugeridas por un especialista para evitar cicatrices u otros efectos visibles.
Agentes externos, como tejidos ásperos o lana, pueden influir en la aparición de los síntomas.
Dermatitis de contacto, las personas con piel atópica serán más propensas a reacciones alérgicas tras el contacto con jabones, cosméticos, fragancias u otros compuestos.

Prevención de la piel atópica

Cuidado con el estrés, tus productos de higiene personal o, incluso, con el aire seco, ya que, estos factores pueden alterar la reacción alérgica, y con ella, la piel atópica. Adapta una rutina de cuidados básicos para poder prevenir la aparición de brotes, irritación o sarpullido en la piel. Te recomendamos mantener la piel bien hidratada con el uso de cremas o productos sin fragancias, evitar excederte con las duchas además de procurar no bañarte con agua caliente, mantener tus espacios limpios y tus uñas (que son las generalmente entran en contacto la piel) cortas y en óptimas condiciones.

Tratamiento de la dermatitis atópica

Si sufres de piel atópica, además de mantener un cutis hidratado y seguir los hábitos de higiene recomendados por el especialista, es probable que el especialista prescriba:

El uso de medicamentos tópicos, como las cremas o ungüentos, para reducir la inflamación y picazón.
Antihistamínicos orales, especialmente, si la piel atópico está alterando tus ciclos de sueño.
Inmunomoduladores tópicos, que son medicamentos aplicados en la piel capaces de regular la respuesta inmunitaria. Útiles en los tratamientos a largo plazo ya que ayudan a calmar síntomas y prevenir los brotes.
Terapias complementarias, como la fototerapia (terapia de luz ultravioleta) o hidroterapia (terapia de agua).

¡En TENA el bienestar de todos es nuestra prioridad! Por eso, al hablar sobre los tratamientos para la piel atópica es importante evaluar cada caso, ya que, hay cuerpos que podrían tener reacciones diferentes.